Un nuevo año, muchas aventuras

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Los mensajes de resumen de fin de año no son muy de mi agrado porque me resultan un tanto cliché. Sin embargo, siento la necesidad de escribir este post contando y reafirmando mi maravilloso 2017 ya que realmente siento que ningún año se ha comparado con este.

Si estás leyendo esto, tal vez aún no he superado el 2017 y nunca lo superaré. Es difícil olvidar o dejar de recordar aventuras magníficas como acampar en los Himalayas, conocer el Taj Mahal, entrar al templo de ratas, estar en las islas Phi Phi, ver a mi familia de nuevo en Colombia, visitar Central Park, entre otras cosas

Realmente forjé mi carácter mucho más y encontré lo que me movía, lo que quería lograr en mi vida y descubrí lo que me apasionaba. (Aunque ya lo sabía, solo lo confirmé). Pensar en las cosas que logré o las que hice me hace erizar la piel. De verdad pensé que era más floja, pero después de haber estado en India descubrí que no.

Seguro mucha gente me criticará diciendo que me he quedado en el pasado, que no lo he superado y puede ser que sí. ¡Es difícil superar que estuve tan, pero tan lejos de casa! Ya es 2018 y no puedo creer que estuve en India. Incluso estando allá, seguía sin poder creerlo. Es un sentimiento que llega de la nada y permanece ahí, con asombro, a la espera de que aterrices. Pero tú, sin pensarlo, cierras los ojos y recuerdas todo lo vivido hasta el momento.

Me volví fanática de las historias, de las aventuras, de la gente. Me volví enferma por vivir cosas únicas y no necesariamente vivirlas fuera del país o en otros lugares. Vivirlas en donde fuera, solo vivirlas y reconocerlas cuando estuvieran frente a mí. Hacerlo con responsabilidad. Así que aquí les dejaré algunas cosas que convirtieron mi 2017 en un año hermoso e increíble.

2017, y sus grandes momentos

  • Partí de mi país un 06 de enero hacia Nueva Delhi. Nadie me esperaba allá.
  • Llegué el 08 de enero a una ciudad caótica en donde el claxon de los carros era insoportable y el tráfico aún más.
  • Entré a trabajar en una empresa desastrosa que sentía que me tenía ahí sin ninguna razón, pero que gracias a ella descubrí un mundo nuevo.
  • Monté en tren, en la clase más baja, para saber cómo era la experiencia.
  • Fui al templo de ratas y caminé bajo el mismo techo con 3.000 ratas aproximadamente. Ellas se pasaban por encima de mis pies.
  • Conocí la grandeza del mundo, los Himalayas.
  • Casi pierdo la vida unas cuatro veces. NO ESTOY EXAGERANDO.
  • Casi pierdo la vida bajando de los Himalayas porque una roca cayó de la montaña y pasó a 5 cm de mi cabeza. NO EXAGERO.
  • Vi el lado más cruel de la humanidad, la pobreza extrema.
  • Lloré frente a la impotencia de la deshumanización de las cosas.
  • Me bañé en el Ganges.
  • Oré en un templo budista, sij e hinduista.
  • Visité la mezquita y le pedí a Alá que me ayudara a cumplir mis sueños.
  • Conocí Nepal y acampé frente a las montañas.
  • Aguanté hambre.
  • Dormí en la playa.
  • Perdí un vuelo.
  • Vi tantos elefantes que ver uno ya era algo normal.
  • Sentí peligro al estar en una situación incómoda y dolorosa.
  • Hice amigos de todo el mundo.
  • Pasé la noche en un barco en Tailandia.
  • Estuve en la Full Moon Party.
  • Me regañaron por estar en bikini en la playa de Kihim Beach.
  • Alimenté a un perro sin hogar.
  • Doné algo de ropa a gente que la necesitaba y su cara de felicidad fue una satisfacción hermosa para mí.
  • Vi los campos de marihuana silvestre bajando de los Himalayas.
  • Conocí cómo hacían el famoso hachís.
  • Bebí un poco de la famosa Mushroom Shake en Tailandia. Y tuve una sensación de felicidad extrema.
  • Me fui de rumba las veces que quise y a donde quise.
  • Tuve muchas resacas que me hacían prometer no volver a ingerir alcohol.
  • Aprendí a preparar unos buenos pancakes.
  • Besé a un desconocido.
  • Reí a carcajadas hasta que la barriga no podía más del dolor.
  • Subí 7 kilos de peso.
  • Perdí esos 7 kilos de peso.
  • Pasé mi cumpleaños en un refugio de elefantes junto a una amiga.
  • Me perdí en la noche.
  • Fui al baño en letrinas.
  • Vi cómo la gente hacía sus necesidades en la calle.
  • Soporté los olores del cuerpo humano.
  • Cargué mi mochila pesada por muchas partes.
  • Paseé por Central Park y luego comí pizza de un dólar mientras escuchaba jazz en un café.
  • Visité Nueva York en unas horas.
  • Caminé tomada de la mano por las calles de Delhi.
  • Me besaron en público muchas veces.
  • Abrí este blog.
  • Me enamoré de la vida.
  • Sobreviví.
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Lina María Zapata

Hola, soy Lina María Zapata. Comunicadora social y periodista especialista en Mercadeo y branding digital.

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