Lina en el País de las maravillas

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A mis 22 años he tenido la dicha de haber visto cosas grandiosas. Cosas que a pesar de que no son muchas, son lo suficientemente impactantes para sorprenderme de este mundo. A mis 22 años ya he vivido sola en dos países diferentes y visitado cinco.
Chichen Itza- México 2013 Maravilla del mundo #1
De esos cinco países que he visitado, he visto solo una maravilla del mundo, fue en Chichen Itza – México. Las antiguas ruinas mayas ubicadas cerca del paradisiaco Cancún. Qué bonitos recuerdos! Pero tendré que volver ya que cuando fuí no tenia las habilidades fotográficas de ahora. Sin embargo me conformo con las fotos que tengo, las fotos que mi padre gran amateur de la fotografía me tomó con su cámara semi profesional.
Después de Chichen Itza quise visitar Machupichu en Perú, puesto que me quedaba muchísimo más cerca. Mi obsesión con dicho país crecía todos los días, después de visitar México y darme cuenta de que me encantaban las cosas tradicionales hechas por indígenas talentosos.
Machupichu no se pudo, pues nunca lo planeé con certeza. (La verdad, no tenía dinero.) Muy animada le decía a mis padres que quería visitar Machupichu lo más pronto, lo que jamás pensé fue que estaría un 15 de Abril sentada al frente del imponente Taj Mahal en INDIA!!!
Así que hoy mi ego se regocija entre todos mis deseos, mi mente entra en un dilema de compensación gigante; pues a falta de Machupichu estoy en el Taj. Por supuesto que no me disgusta la idea, de hecho se encontraba en mi lista junto con las otras cinco maravillas del mundo que me hace falta visitar, lo que me asombra son los juegos del destino. Rogando siempre por Machupichu y me regala el ¿Taj Mahal? Wow vaya descarado.
Una foto en una foto
Muchos pensarían que se siente una felicidad grande al estar frente a aquel monumento y sí, no puedo decir que no. Pero, a la vez siento una tristeza enorme que me arruga el corazón, y es que mis padres no se encuentran aquí conmigo. Mis padres que al igual que yo aman todo esto, ellos si aprecian la verdadera historia. Yo solo me conformo con tomar fotos, selfies, escuchar lo básico y decir “ahhh si, yo he estado ahí”. Este escrito está dedicado a ellos con toda mi gratitud y admiración, por que sin ellos, yo no estaría contando esta historia.
Maravilla del mundo #2
Este texto va dedicado a mi familia. A toda mi familia que desde el primer momento que les dije sobre mi viaje a India, me apoyaron sin decir ni una sola palabra contradictoria. Con miedo pero me apoyaron al 100% y sé que ellos al igual que yo están contentos de cada experiencia que por medio de escritos, fotos y videos les he transmitido. A mi familia que se encuentra desde La ciudad de México, hasta España y luego hace un viaje corto a Alemania en donde mi primo empieza sus estudios universitarios. Después de Alemania viaja cientos de Kilómetros a mi Colombia y por ahí pasa por Bogotá, Posteriormente toma un rumbo hacia Cali, mi ciudad. Ahí se encuentra la parte más importante que son mis padres y Andrés, el mejor hermano del mundo. Luego de Cali hace un viaje corto hacia Caloto. Ahí mi corazón se detiene, pues están los recuerdos de una niñez maravillosa y una adultez frustrante a falta de internet los fines de semana.
Así que no les puedo prometer maravillas como la que estoy viendo en este momento, pero les puedo prometer un relato escrito con el alma.
Taj Mahal visto desde abajo
Infinitas gracias por ayudarme a cumplir el sueño de estar en el Taj Mahal.
Taj Mahal totalmente despejado
14 de Abril de 2016, son las 10:30 PM y me ha dejado el bus que me lleva a Agra. Mis ganas infinitas de conocer el Taj Mahal se vuelven grandes y las expectativas altas, pues siempre había querido estar aquí.
He decido viajar en la noche ya que uno de mis deseos es fotografiar el famoso monumento a la hora del amanecer. Para ir al Taj Mahal desde Nueva Delhi, hay que tomar un bus que costará aproximadamente 350 rupias con aire acondicionado o también se puede llegar en tren, alrededor de 600 rupias.
Algunas agencias ofrecen paquetes de ida y regreso en taxi privado por 500 rupias, pero yo decidí tomar mi camino por aparte, por supuesto no tome la opción con aire acondicionado, así que preferí ahorrarme unas rupias más e irme en un bus maloliente y destartalado junto con tres amigos más. Todos con la misma ilusión, todos a miles de kilómetros de distancia de su lugar de origen con un propósito. Tener LA foto en el Taj Mahal.

Camila Diaz (Colombia), Lina Maria Zapata ( Colombia), Younes Mchiche ( Marruecos), Ana Paula Bronze ( Brasil)
2:30 AM, la madrugada esta calurosa y los mosquitos hacen un festín con mi piel, me encuentro sentada en una banca a las afueras de la puerta oeste del Taj Mahal para esperar a las seis de la mañana a que lo abran y ser la primera en correr para empezar mi sesión de fotos.
Mi libreta estaba llena de todas las ideas fotográficas posibles, todo estaba preparado. Cámara lista, batería cargada, memoria vacía, lentes limpios, maletín extremadamente pesado.
Una batalla dura contra el sueño y los mosquitos, sumándole el desagradable olor de la ciudad y la suciedad que se encuentra en las calles; me hacia preguntar pero que demonios estaba pensando al venir a este país en donde los perros valen menos que las ratas y las mujeres son un blanco fijo de tentaciones frustradas. Desarreglada con lagrimas de sangre en los ojos respiraba fuertemente tratando de sobrellevar el mal humor que causaba la picadura de cada zancudo.
Todo por una foto
Todo esto se pudo evitar si simplemente hubiera llegado el mismo día en la mañana en un bus directo desde Delhi a Agra para visitar el Taj a las 10:00 AM y volver a las 5:00 PM a la ciudad de origen. Pero no, Lina María Zapata no podía hacer eso, eso era impensable dentro de esa cabeza curiosa y creativa.
5:30 De la mañana, mi mente esta a punto de explotar. La mía y la de mis tres compañeros, todos compartiendo el gusto de poder decir que vimos el amanecer en la famosa construcción de mármol blanco.
Taj Mahal al amanecer
Se abren las puertas
Pasamos todos los controles y ya teníamos un plan listo para alcanzar a tomar un buen lugar sin la cantidad de gente posible arruinando nuestras fotos. La idea era ir primero a la puerta del lado este adentro del monumento aprovechando que íbamos a ser unos de los primeros.
Pero no contábamos con la primera impresión, simplemente chocante. Mi cámara afuera, cuando de repente observé la punta del edificio al fondo, corriendo como una niña chiquita, me quede paralizada viendo aquella construcción. Cinco minutos de mi vida analizando el ambiente: una fuente sin agua, una torre en remodelación, dos construcciones a los lados, cientos de turistas y cuatro viajeros con cámaras. Colombia, Brasil y Marruecos se encontraban en shock.
Taj Mahal – Agra, India 6:30 de la mañana
Lina Maria super star
Mi primera idea fue tomar un selfie, tomar la mayor cantidad de fotos posibles como si ese monumento fuera a cobrar vida y decidiera marcharse. Deseé con todas las fuerzas de mi corazón voltear a los lados y ver a mi madre sentada en la misma banca mirando hacia al frente con un bolso grande lleno de cosas y ver a mi Papá con una cámara colgada al cuello y su gorra negra de The Beatles. Tomando fotos panorámicas, caminando por ahí con una audio guía en sus oídos. Mientras yo, estoy perdiendo mi tiempo tratando de tomar un buen selfie, para obtener muchos likes en Instagram.
No puedo negar que se me salió una lagrima, pero no por lo que causo el monumento, si no por la ausencia de la verdadera maravilla que llena mi vida. Me tomé mi tiempo para detallar la construcción pero a pesar de que la encontraba hermosa, no me parecía digna de ser considerada una maravilla del mundo, pues siento que he visto cosas más impactantes.
Después de ver el Taj Mahal de cerca me decepcioné un poco, pues no era lo que esperaba, no sé en que estaba pensando la UNESCO para considerar el Taj Mahal una maravilla del mundo y descartar al Cañon del Chicamocha en Colombia, pues este estaba de candidato. Seguro me siento más atraída por la naturaleza que por la arquitectura, pues simplemente no me impactó.
Sentía que ya había visto ese lugar muchas veces, que ya lo conocía de todos los ángulos posibles; pues debido al internet ahora es fácil ver cualquier cosa y la capacidad de asombro se baja a un nivel cero, logrando que mi mente piense que simplemente el Taj Mahal esta sobrevalorado….. es un monumento sin ningún tipo de misterio.
La foto que pago el viaje. ABRIL 14 DE 2017
Hicimos nuestra sesión de fotos y al final logré tomar la foto que pago mi viaje hasta India, la foto famosa de tu cara con una sonrisa y el Taj de fondo. Definitivamente esta maravilla no se compara a las otras que he visto, no se compara con ver un atardecer en el Desierto de la Tatacoa, a las mismas pirámides de Chichen Itza en Mexico, no se compara ni siquiera a la felicidad que sentí cuando vi Times Square por primera vez, o cuando conocí la nieve, ni tampoco al placer de comer manjar blanco recién salido de la Paila en Caloto. Esta maravilla no se compara a la felicidad que tengo con contar con mi suerte.
Sin embargo el Taj Mahal estaba en mi lista y tenía que conocerlo, era mi sueño. Para mi opinión personal, estar en India y no ir al Taj es como ir a Paris y no tener una foto con la Torre Eiffel. Para mi, es la posibilidad de en un futuro contar toda una travesía que no escribiré, por que si no mi querido lector se aburrirá, una travesía que solo puede ser narrada con el lenguaje verbal.
Un sueño cumplido y otro chulo en mi bucket list me hace pensar que definitivamente nos falta mucho por descubrir y a veces es mejor no esperar nada para sorprenderse de todo, es mejor estar preparado para sorprenderse con pequeños detalles que con los grandes, costos y populares detalles como el Taj Mahal, puesto que la entrada para extranjeros cuesta $1.000 rupias y puedo darme el gusto de decir que al final las 1000 rupias para lo único que sirvieron fue para tener unas fotos increíbles, por que el asombro se esfumó a penas entré.
El Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo, no se comparará jamás con el gusto de compartir mis relatos con la gente que me quiere. Ahí es donde pienso cual es la verdadera maravilla, si es ver el Taj Mahal al amanecer o ver a toda mi familia reunida? La respuesta es muy obvia.
Con muchísimo amor para la verdadera maravilla de mis sueños, mi familia.
Fotos por: Lina María Zapata

Infinitas Gracias por todo
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Lina María Zapata

Hola, soy Lina María Zapata. Comunicadora social y periodista especialista en Mercadeo y branding digital.

Esta entrada tiene 2 comentarios

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